El Ministerio del Interior ha publicado un informe de 85 páginas de datos sobre un fenómeno invadido por eslóganes alarmistas.

El estudio examina más de la mitad de los homicidios cometidos entre 2010 y 2012, constatando que sólo tres de las 661 víctimas (lo que sería un 0,45%) sufrieron una agresión sexual antes de ser asesinadas.

Los datos muestran que el 62% de los homicidios son de hombres a manos de hombres; el 28% son de mujeres a manos de hombres; el 7% son hombres a manos de mujeres, y sólo el 3% de los casos son de mujeres que acaban con la vida de otras mujeres.

En el caso específico de la violencia en la pareja, de 871 autores citados en el informe, 131 son de hombres que matan a su pareja o ex pareja mujer y 17 son mujeres que matan a su pareja o ex pareja hombre.

De todos modos, las cifras de homicidios pueden ser engañosas al incluir a madres que ocultan su embarazo y tiran al recién nacido en un contenedor. Los atestados policiales reflejan el asesinato de 24 bebés, cometidos por 12 mujeres y 9 hombres.

Como una conclusión del estudio se determina que los hombres matan y mueren mucho más que las mujeres: son el 89% de los homicidas y el 61% de las víctimas. El 69% de los hombres homicidas ya tenía antecedentes policiales y el 31% de los casos está relacionado con las drogas.

Los homicidios asociados a actividades criminales son una minoría: el 18% del total. La mayor parte de las muertes se producen en peleas o reyertas (22%), en episodios de violencia de género (21%) y el resto de actos en violencia doméstica o familiar (20%)

Los investigadores también han detectado una cierta estacionalidad, siendo el domingo el día de la semana con más asesinatos y las horas nocturnas acumulan el 60% de los homicidios.

¡Aquí os dejo el informe para quién esté interesado!

Creo que ya escribí sobre este tema, pero estos días he leído dos noticias muy alarmantes.

¿De verdad la sociedad es así?

Recientemente se ha realizado un estudio sobre la percepción social de la violencia sexual por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

Según este estudio, el 43,7% de la población española muestra algún tipo de acuerdo con la idea de que si una mujer no tiene intención de mantener relaciones sexuales con un hombre, no debería coquetear con él.

Ahora bien, la pregunta es ¿qué entendemos por coquetear? Cada uno tiene su propia percepción del coqueteo, para unos puede ser una simple mirada o una sonrisa, y para otro puede ser algo más. Según la Real Academia de la Lengua Española coquetear se entiende como: “En el juego amoroso, dar señales sin comprometerse”.

Ahora viene lo realmente confuso, el simple hecho de querer ser amable con alguien, ¿es coquetear?

Pero en dicho estudio hay otro dato alarmante, el 47,7% de los españoles considera en mayor o menor grado que el alcohol es a menudo el causante de que un hombre viole a una mujer.

Cierto es que el alcohol desinhibe, pero de ahí a decir que es el causante de una violación, no me parece cuanto menos alarmante, a pesar de que se haya bebido más o menos, si una relación no es consentida, no es consentida, porque lo que no puede ser es que en un juicio por violación se alegue como atenuante de la pena que el sujeto iba en estado de embriaguez, esto es algo que no se debería permitir.

Con estas dos afirmaciones, los autores del estudio concluyen que los consultados culpabilizan parcialmente a la víctima de una agresión sexual, mostrando por tanto cierta tolerancia a la violencia sexual; y también consideran que los encuestados eximen parcialmente al agresor por sus acciones, teniendo por tanto una cierta tolerancia a estas prácticas.

Pero no todo es negativo, ya que el 93, 6% de la población está de acuerdo con la necesidad de educar en el consentimiento sexual como forma de prevenir las agresiones.

Este estudio fue hecho a base de entrevistas presenciales a 2.465 personas de ambos sexos a partir de 16 años, concluyendo que el 40,9% de los hombres y 33,4% de las mujeres consideran que la responsabilidad para controlar el acoso sexual reside en la mujer acosada, lo que favorece que los agresores mantengan su comportamiento, ya que dificulta que las víctimas pidan ayuda.

Aquí os dejo el enlace directo a dicho estudio, que os recomiendo le echéis un ojo porque desde luego es cuanto menos interesante.