Siempre que hay un aviso a la policía sobre un suceso en el que hay víctimas involucradas, viene a la cabeza la siguiente cuestión: ¿habrá sido un accidente o no?.
Esto es lo que se planteó la policía en un primer momento cuando el día 9 de diciembre reciben la llamada de un hombre pidiendo auxilio porque al entrar en la casa se encontró a su mujer tendida en el suelo al final de las escaleras y con mucha sangre alrededor.
Estoy hablando del llamado “Caso de la Escalera” o “The Staircase”.
Los hechos tuvieron lugar en Durham (Carolina del Norte), a determinada altura de la noche los servicios de emergencia recibieron una llamada de Michael Peterson, marido de Kathleen Peterson, porque al volver de la piscina entró en casa y vió a su mujer tendida e inconsciente en el suelo al final de las escaleras de subida al segundo piso, con una cantidad importante de sangre a su alrededor.
Como he comentado, en un primer momento, los investigadores se creyeron la versión de Michael de que su mujer se había caído por las escaleras y como consecuencia se había hecho una serie de golpes y cortes que le causaron la muerte, pero según iban avanzando las investigaciones esa primera hipótesis accidental fue perdiendo fuerza.
El agente encargado del caso, al estudiar todas las pruebas encontradas, dio su propia versión de los hechos: que Kathleen Peterson había sido asesinada por su marido Michael. El agente dijo que Katheleen presentaba una serie de golpes en el cráneo que no coincidían con las lesiones de una persona que se cae por las escaleras, además señala que la cantidad de sangre encontrada en el cuerpo de la víctima y alrededor no es compatible con una caída accidental, ya que Kathleen había fallecido por una elevada pérdida de sangre.
Michael Peterson, famoso escritor y columnista fue condenado por asesinato en primer grador, a permanecer en prisión por el resto de su vida sin posibilidad de libertad condicional.
¿Kathleen se cayó por la escalera, o murió a palos?